¿Cómo se atraen los investigadores estadounidenses a España?
- The Consulting Lead

- 13 ago
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Por Gloria Fernández Estébanez, CRA

Ante los recortes inmisericordes de la Administración Trump a la robusta inversión del gobierno federal a la investigación, los países europeos proyectan tácticas para atraer a científicos estadounidenses que buscan un refugio adecuado. En la medida que la Casa Blanca expande el cerco de impedimentos tanto para el reclutamiento de estudiantes internacionales a las universidades y limitado las visas para los visitantes de turismo o negocios, es imperativo que las tácticas se conviertan en estrategias que vayan más allá de ofrecer cuantiosas sumas de euros.
Los rankings mundiales de universidades, como el QS, Times Higher Education (THE) y el Academic Ranking of World Universities (ARWU o ranking de Shanghái), evalúan a las instituciones en función de varios criterios principales. Entre los más relevantes se encuentran la reputación académica internacional (medida a través de encuestas a expertos y empleadores), la calidad y cantidad de la investigación (número de publicaciones en revistas de alto impacto, citas y presencia de investigadores reconocidos), la proporción de estudiantes y profesores internacionales, la calidad del profesorado (premios Nobel, Medallas Fields) y la relación entre estudiantes y profesores. Otros factores incluyen la empleabilidad de los graduados, los ingresos derivados de la industria (como patentes) y la calidad de la enseñanza.
Para que una universidad en España suba en estos rankings, debe adoptar acciones estratégicas y operativas, tales como potenciar la investigación de calidad y buscar su publicación en revistas internacionales de alto impacto, atraer y retener talento internacional tanto de docentes como de estudiantes, mejorar la visibilidad institucional en foros académicos globales, fomentar colaboraciones con otras universidades prestigiosas y fortalecer la formación e inserción laboral de los graduados. También resulta clave comunicar de manera eficiente sus logros y capacidades, así como invertir en recursos e infraestructura que favorezcan la docencia y la producción científica de alto nivel.
Sin embargo, mi argumento es que el esfuerzo europeo y, en particular el español, tiene que estar centrado reforzar los servicios básicos de administración de la investigación.
La gestión o administración de investigación (research administration) es el campo profesional que gestiona los aspectos administrativos, financieros, regulatorios y logísticos de los proyectos de investigación en universidades, centros de investigación y otras instituciones. Los administradores de investigación son nexos entre investigadores, agencias financiadoras, la institución y socios externos, encargándose de la gestión de propuestas y subvenciones, el cumplimiento de normativas éticas y legales, la supervisión financiera, y la transferencia de tecnología, entre otras tareas.
Estados Unidos ha liderado históricamente la definición de estándares profesionales gracias a estas redes, la certificación formal, y la proliferación de programas de educación en administración de investigación. Este campo se ha profesionalizado notablemente en las últimas décadas, con el desarrollo de la certificación profesional provista por el Research Administrators Certification Council (RACC), asi como programas de formación especializados y el establecimiento de asociaciones profesionales como la Society of Research Administrators International (SRAI) y la European Association of Research Managers and Administrators (EARMA). No obstante, recientemente África ha marcado un hito internacional con la publicación del primer estándar global para la buena gestión en investigación (GRMP), que formaliza ocho componentes esenciales: gobernanza, liderazgo, infraestructura, finanzas, capacitación, monitoreo, cumplimiento y ética, fijando una referencia mundial adaptable para la profesionalización del sector.
Existe evidencia clara sobre la necesidad de asesoramiento en gestión de investigación en las universidades españolas, sustentada tanto en normativas, informes institucionales como en la organización interna de numerosas universidades. Estos servicios no solo tramitan ayudas o subvenciones, sino que se presentan como apoyo técnico y consultivo para proyectos de investigación, gestión económica, justificación de fondos y cumplimiento normativo, respondiendo a una demanda explícita de la comunidad investigadora en un entorno crecientemente complejo y competitivo.
Cabe destacar que el aumento de la carga administrativa y la proliferación de convocatorias, fondos y exigencias de rendición de cuentas ha generado una presión significativa sobre los equipos de investigación, lo que ha sido documentado en informes sectoriales y un análisis de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE). Estos informes destacan que la infra-dotación de personal técnico de apoyo a la investigación respecto a otros países europeos supone una desventaja, llevando a que parte de la carga recaiga en los propios investigadores, disminuyendo la eficiencia general del sistema universitario español. Además, tanto normativas estatales como autonómicas reconocen como imprescindible la capacidad de incrementar los servicios especializados y personal cualificado para ofrecer asesoría de calidad, gestionar colaboraciones y facilitar la transferencia de conocimientos y tecnología, función considerada estratégica para la competitividad científica a nivel nacional e internacional.
Para atraer investigadores estadounidenses precisa adoptar el modelo de research administrator al cual estan acostumbrados. El perfil y la función del research administrator en Estados Unidos y en España presentan diferencias notables y reflejan los distintos modelos de gestión universitaria y de financiación de la investigación en ambos países. Los research administrators estadounidenses apoyan de forma integral a los investigadores en todo el ciclo de vida de los proyectos: desde la búsqueda y preparación de propuestas, la navegación de complejos criterios de fondos federales y privados, la gestión administrativa y financiera, hasta el cumplimiento normativo y la transferencia de resultados. Esta figura es un pilar fundamental en las universidades norteamericanas y cuenta con un alto grado de autonomía e influencia institucional.
En España, la figura del research administrator (a veces denominado gestor/a de proyectos o técnico/a de gestión de investigación) emerge con fuerza pero está menos profesionalizada y aún en proceso de consolidación. Sus funciones suelen estar más repartidas, a menudo combinadas con otras tareas administrativas generales, y la profesionalización formal (con certificaciones o acceso a programas específicos) es aún limitada. Además, el modelo español se ve muy condicionado por la regulación pública, la estructura funcionarial y la dependencia de la financiación competitiva europea o nacional, requiriendo en muchos casos títulos académicos específicos y superación de oposiciones para acceder a ciertos puestos técnicos. Aunque el impulso a la mejora y reconocimiento profesional es creciente —y la demanda de asesoramiento especializado está en aumento—, la flexibilidad y autonomía del research administrator español suelen ser menores respecto a sus colegas estadounidenses, y la carga administrativa puede recaer más en el propio investigador principal.
La propuesta de valor radica en adoptar estándares y prácticas de research administration estadounidense, que sirvan para aminorar el “shock cultural” de una gestión de investigación en España. Para abrir la puerta a una transición, el utilizar una firma de consultoría especializada en research administration puede ser una excelente idea para facilitar la transición de investigadores estadounidenses que se incorporan a universidades en España. Esto se debe a que existen diferencias estructurales, regulatorias y culturales considerablemente marcadas entre ambos sistemas, como la menor profesionalización administrativa en España, la mayor burocracia y dependencia de procedimientos públicos, y una menor flexibilidad institucional respecto al modelo estadounidense.
¿Qué proponemos?
The Consulting Lead LLC es una firma especializada en este ámbito. Nuestros servicios permiten minimizar fricciones, reducir la curva de aprendizaje y asegurar el cumplimiento regulatorio para investigadores habituados a entornos altamente profesionalizados. Algunas de nuestras ventajas incluyen:
Asistencia experta en la interpretación y aplicación de normativas españolas y europeas.
Acompañamiento personalizado en la tramitación de ayudas, cumplimiento regulatorio y gestión financiera.
Facilitación de la comunicación intercultural entre personal administrativo e investigadores internacionales.
Reducción de la carga administrativa para que los científicos puedan centrarse en su actividad investigadora.
Transferencia de mejores prácticas desde el modelo estadounidense para modernizar procesos internos.
Mejora en la retención del talento internacional y fortalecimiento de las colaboraciones estratégicas.
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Con una experiencia y personal binacional, conocimiento técnico en sistemas de financiación y cumplimiento internacional, y una perspectiva cultural que une Europa y América, The Consulting Lead LLC es su aliado estratégico para atraer, retener y apoyar con éxito a investigadores internacionales.
Gloria Fernández Estébanez es una Administradora Certificada de Investigación por el Research Administrators Certification Council (RACC).
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